Viaja a Ixtenco, es pura magia

Ixtenco, el último reducto de la cultura otomí en Tlaxcala, es famoso por su feria del maíz, sus cráteres, su gastronomía y artesanías. Desde sus hermosas iglesias hasta su legado preshispánico y bellezas naturales, la experiencia en este rincón del centro de México está llena de magia y asombro. Recorre antiguas haciendas y descubre los imponentes paisajes que lo rodean. ¡Ixtenco te espera!

La noche del 23 de junio, Ixtenco se viste de fiesta para conmemorar a su santo patrón San Juan Bautista en la «Fiesta del Maíz». El pueblo se cubre con tapetes de granos de maíz y flores, y los feligreses llevan al santo en procesión sobre alfombras florales. Las mujeres visten trajes tradicionales otomíes y al día siguiente se celebran ferias, bailes y juegos pirotécnicos.

El cerro de Xalapasco, conocido como “el señor de los 10 cráteres”, ofrece una vista impresionante de distintos cráteres formados por la actividad volcánica. Este es solo uno de los muchos atractivos naturales que Ixtenco tiene para ofrecer a sus visitantes, quienes pueden disfrutar de un entorno natural único.

Entre las actividades imprescindibles están recorrer las ex haciendas de San Antonio, San José Bautista, San Santiago y San Cristóbal, visitar la parroquia de San Juan y la capilla de la Virgen de Guadalupe, probar el delicioso mole de ladrillo y disfrutar un vaso de atole agrio. La riqueza cultural y gastronómica de Ixtenco promete una experiencia inolvidable.

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Por María Gutiérrez