Tallinn, la capital de Estonia, es un destino turístico fascinante

Donde se mezcla la historia medieval con la modernidad. Pasear por su casco antiguo, Patrimonio de la Humanidad, es como viajar en el tiempo. Sus callejuelas empedradas y edificios de tejados rojos te transportan a la Edad Media, mientras que las modernas cafeterías y tiendas ofrecen un contraste perfecto. No puedes dejar de visitar la Plaza del Ayuntamiento, el corazón de la ciudad, rodeada de encantadores cafés y restaurantes.
Uno de los puntos más destacados de Tallinn es su imponente Fortaleza de Toompea, desde donde se disfruta de una vista panorámica espectacular de la ciudad y el mar Báltico. Dentro de la fortaleza, se encuentra la Catedral de Alexander Nevsky, un majestuoso ejemplo de arquitectura rusa ortodoxa que destaca con sus cúpulas negras.
Los amantes de la historia y la cultura pueden sumergirse en el Museo de Historia de Estonia, que ofrece una visión profunda de la evolución de la ciudad y el país. Si prefieres algo más interactivo, el Museo de Arte Kumu es uno de los más grandes de los países bálticos, donde se expone arte contemporáneo estonio e internacional en un moderno edificio.
Para disfrutar de una experiencia más relajante, puedes explorar el Parque Kadriorg, un hermoso espacio verde que alberga el Palacio Kadriorg, construido por el zar Pedro el Grande. El palacio ahora es hogar del Museo de Arte de Estonia, y el parque circundante es ideal para un paseo tranquilo o un picnic.
No olvides la isla de Kalamaja, un pintoresco barrio costero conocido por sus casas de madera coloridas y su ambiente bohemio. También puedes disfrutar de la vibrante vida nocturna de la ciudad, con bares y restaurantes que ofrecen lo mejor de la cocina local y una animada escena de cócteles. Tallinn es un destino que lo tiene todo: historia, arte, naturaleza y una energía única que te hará querer quedarte.
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Soy Beili Guerrero y esto es, turismo con sabor