Reserva Chamela-Cuixmala: un tesoro natural protegido
El 30 de diciembre de 1993, se declaró la Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala. Con el objetivo de conservar el valioso bosque tropical y los humedales de la costa de Jalisco, México. Esta reserva fue una de las primeras en recibir el estatus de Reserva de la Biosfera en el Pacífico mexicano y se encuentra a 120 km al norte de Manzanillo.
Con una superficie de 131,142 hectáreas, la Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala alberga una increíble diversidad de flora y fauna. Su vegetación incluye especies de manglares amenazadas, selva baja caducifolia, tulares, pastizal inducido, vegetación halófila y dunas costeras. Se han identificado 10 tipos de vegetación y cientos de especies de plantas con potencial económico para ornato, alimentación o uso farmacéutico.
En cuanto a la fauna, la reserva protege a 72 especies de mamíferos, 270 de aves, 20 de anfibios, 46 de reptiles y numerosas especies de otros vertebrados e invertebrados. Las playas de Cuixmala y Teopa, dentro de la zona de influencia de la reserva, fueron declaradas santuarios de protección de tortugas marinas en 1986.
A pesar de que los manglares representan menos del 10% de la reserva, sostienen casi el 45% de las especies de fauna y funcionan como corredor biológico. Estos humedales son el hogar de un gran número de vertebrados y más de cien especies de aves migratorias.
Ubicado en la bahía del mismo nombre, y al río Cuixmala, es uno de los seis más importantes de la costa de Jalisco. Junto con una serie de lagunas, veneros y esteros asociados, estos forman un hábitat único en la región.
La Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala es un tesoro natural invaluable que merece ser protegido y conservado para las generaciones futuras.
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Soy Beili Guerrero