Fuerte de San Carlos: historia y vistas en Santoña

Ubicado en la falda del Monte Buciero, el fuerte de San Carlos es una joya del patrimonio militar de Cantabria. Construido en el siglo XVII sobre los restos del castillo de La Torrecilla, formó parte de un sistema defensivo clave para proteger la bahía de Santoña. Junto con el fuerte de San Martín y el fuerte de Napoleón, resguardó la costa de incursiones enemigas, siendo un punto estratégico en la historia de la región.
Construido con una galería en forma de “L” y una terraza superior para cañones, el fuerte fue adaptado a lo largo del tiempo para responder a distintas necesidades militares. Durante la Guerra Civil española, se reforzó con artillería y desempeñó un papel en la defensa de la bahía. En 1963, fue adquirido por la familia Crespo y, más tarde, incluido en un plan de restauración para su integración en el Parque Cultural Monte Buciero.
Hoy, el fuerte es de acceso libre y permite explorar su estructura mientras se disfrutan vistas panorámicas del mar Cantábrico. Se puede recorrer a pie desde el paseo marítimo de Santoña, subiendo por las escaleras bajo la estatua de la Virgen del Puerto, o bien desde el fuerte de San Martín. Para quienes prefieren llegar en coche, hay estacionamiento cercano en la iglesia de Santa María del Puerto.
Además de su valor histórico, el fuerte de San Carlos es una excelente opción para quienes buscan turismo cultural y vistas impresionantes. Su ubicación privilegiada y su acceso gratuito lo convierten en un destino ideal para descubrir la historia militar de Cantabria mientras se disfruta del paisaje. ¿Te gustaría visitarlo?
Si quieres saber más historias cómo esta visita nuestras redes sociales Facebook, Instagram y TikTok
Por María Gutiérrez