Cozumel, un paraíso de historia y mar

Las playas de Cozumel son el reflejo perfecto del Caribe mexicano, con arenas blancas y aguas turquesas que atraen a viajeros en busca de tranquilidad. A diferencia del bullicio de Cancún y Playa del Carmen, esta isla ofrece un ambiente relajado, ideal para quienes desean conectar con la naturaleza y la cultura local. Además, es un destino clave para el buceo y el esnórquel gracias a su impresionante arrecife de coral.
Llegar a Cozumel es sencillo, ya sea en ferry desde Playa del Carmen o en avión, pues cuenta con su propio aeropuerto. Su historia es fascinante, pues fue el primer punto de contacto entre los europeos y la cultura maya en el siglo XVI. Aquí, Gonzalo Guerrero, un español que sobrevivió a un naufragio, se integró a la comunidad maya y formó una familia, convirtiéndose en un símbolo del mestizaje en América.
El centro de la isla, San Miguel de Cozumel, es el corazón de la vida local, con calles numeradas, plazas coloridas y un malecón decorado con el Monumento al Mestizaje. Además, el Museo de Cozumel y las ruinas mayas de San Gervasio ofrecen una mirada profunda a su pasado. Para los amantes de la naturaleza, el Parque Punta Sur es una excelente opción, con manglares, cocodrilos y torres de observación de aves.
Al otro lado de la isla, las playas del litoral oriental son más salvajes y con fuerte oleaje, ideales para quienes buscan paisajes menos intervenidos. En el extremo norte, la Isla de la Pasión, antiguo sitio sagrado maya, es ahora un destino romántico para bodas y lunas de miel. Con su combinación de historia, cultura y bellezas naturales, Cozumel es un rincón único en el Caribe.
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Por María Gutiérez