Acantilado de Cantabria con un molino abandonado

Rincón natural, que alberga un molino abandonado y una figura tallada en la roca con forma de indio, además también ha sido escenario de diversas producciones cinematográficas.

Ubicación y paisaje
Situado en Cantabria, el acantilado de Bolao es un destino que impresiona por su belleza y su historia. Ubicado entre Comillas y Santillana del Mar, este paraje se alza majestuoso sobre el mar, ofreciendo vistas espectaculares del litoral norteño. Su parecido con los paisajes escoceses ha hecho que sea un lugar muy fotografiado y admirado por quienes lo visitan.

Molino y la cascada
Uno de los atractivos principales de este acantilado es el molino harinero en ruinas, que en su momento aprovechaba la fuerza del arroyo de La Presa para moler trigo y maíz. A su lado, una cascada escalonada de agua dulce desemboca cerca del mar, creando una imagen de postal que cautiva a los viajeros. Este sendero, de fácil acceso desde Cóbreces o Toñanes, permite disfrutar de una caminata rodeada de naturaleza.

El indio tallado en la roca
Se puede distinguir, en la pared del acantilado la silueta de un indio tallado en la roca. Esta formación natural, esculpida por el tiempo y la erosión, se ha convertido en un desafío para los visitantes, que se detienen a observarla desde diferentes ángulos. Para quienes no logren identificarla desde la base del molino, el banco de Bolao, ubicado en la parte alta del acantilado, ofrece una perspectiva única.

Su acceso es más cómodo ya que se encuentra en Cóbreces, un pueblo con historia y tradición. En él se encuentra la Abadía de Santa María de Viaceli, fundada por monjes cistercienses, y la fábrica del famoso Queso de Trapa.

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Por María Gutiérrez